¿Cómo funciona el franchising?

Ya sabemos que el franchising es un sistema de comercialización de bienes y servicios, donde el franquiciante otorga al franquiciado la posibilidad de comercializar su producto o servicio, bajo su marca y símbolo, recibiendo como contrapartida el pago de regalías.

Dejamos claramente establecido que el franquiciado es un comerciante independiente, es un empresario que monta su negocio, con su capital, bajo su responsabilidad y riesgo.

No existe entre franquiciado y franquiciante una relación de dependencia, aquel no es empleado de este; pero puede existir una relación muy compleja entre ellos, en función de que establecen un vínculo que implica coordinar acciones y traspaso de conocimientos y experiencias.

¿Cómo se consolida?

En la franquicia tradicional, se trata básicamente de una especie de contrato a través del cual el franquiciante otorga a su franquiciado una determinada gama de Derechos de distribución de productos.

Las condiciones (que presentaremos más adelante) le permiten utilizar su marca para promover la comercialización de bienes o servicios.

Aquí, la relación contractual es más rica y complicada, pues si bien el derecho exclusivo a comercializar ciertos bienes o servicios se otorga en una región, el franquiciado está autorizado a utilizar la marca y el logo del franquiciador.

Sin embargo, el franquiciador también ayuda persistentemente a los franquiciados a entender sus métodos comerciales, y también controla estrictamente la comercialización de sus bienes o servicios dentro del marco establecido.

El franquiciador establece un plan operativo detallado y monitorea permanentemente su cumplimiento.

El concepto y las características del contrato de franquicia

La franquicia es un sistema de marketing y distribución.

Por lo tanto, se establece una organización de coordinación y cooperación, cuyo punto más alto es el franquiciador, quien arregla el margen de acción publicitaria del producto o servicio a vender, y el resto de condiciones contractuales.

El costo de las franquicias varía de franquiciador en franquiciador, pero es capaz de hallar variedad de franquicias económicas en Argentina.

La organización aparece en el mercado con una imagen unificada y se muestra frente al público, el franquiciador determina los estándares, describe el método, explica y capacita al franquiciado y monitorea su desempeño para asegurar el funcionamiento del sistema.

De esta forma surge la principal obligación del franquiciador: autorizar el uso de marcas y logotipos; enseñar y capacitar a los franquiciados, supervisarlo y asistirlo en el desarrollo del sistema; proveer bienes en lugares adecuados, y distribuir los productos y elementos necesarios para su desarrollo en tiempo y forma.

Por su parte, el franquiciado que ha constituido su empresa, debe actuar como un «buen empresario» y seguir las instrucciones del franquiciador en el desarrollo empresarial.

Punto por Punto

Según el concepto de franquicia indicado anteriormente, podemos especificar las siguientes características: En primer lugar, se trata de dos autónomos independientes que firman un contrato para desarrollar un negocio.

En segundo lugar, la compleja relación contractual que implica la franquicia conduce a una serie de puntos específicos de estrecha conexión entre las actividades de las partes, más allá de lo económico (pueden contratarse franquicias rentables en todo caso), lo que obliga a las relaciones de cooperación entre ellas.

El franquiciador debe actuar desarrollando el negocio y el franquiciado debe esforzarse por actuar de acuerdo con las instrucciones del primero.

En tercer lugar, como ya hemos señalado, es un contrato de cooperación empresarial típico, que es un contrato de distribución en un sentido amplio. Por lo tanto, la franquicia implica construir una relación duradera en el tiempo.

Asimismo, debido a que los franquiciadores deben consolidar su relación con todos los franquiciados, se tiende a desarrollar una relación entre ellos y al mismo tiempo mantienen su unidad el mayor tiempo posible.

La relación es crucial. La franquicia es un contrato de duración y unidad, y tiende a hacer que la empresa lo integre en el desarrollo empresarial.

En cuarto lugar, hasta cierto punto, es un producto de las características anteriores, y las obligaciones del franquiciador superan con creces las obligaciones acordadas por el franquiciado en el contrato de distribución.

Como ya hemos dicho, en las franquicias se trata de copiar el mismo método de negocio desarrollado por el franquiciador, y esto ha demostrado tener éxito. Por lo tanto, dicha copia debe realizarse de la manera más fiel.

No es suficiente entregar productos para vender o promover los objetivos del servicio de franquicia.

El otorgante debe proporcionar todos los elementos necesarios para este propósito, lo que significa capacitar y enseñar al franquiciado para que sea competente en la gestión técnica y la implementación de sistemas (ya sea en producción, marketing, operaciones comerciales, etc.).

Los franquiciadores deben capacitar y supervisar a los franquiciados y continuar desarrollando el negocio de manera permanente.

En quinto lugar, existe una conexión entre el franquiciado y una serie de obligaciones, que van más allá de las obligaciones habituales de los distribuidores.

Aunque el franquiciado es un empresario autónomo e independiente, asume las responsabilidades y riesgos de operar el negocio como emprendedor, pero se ha integrado a la red de comerciantes, y estos deben actuar de acuerdo a estándares colaborativos y ajustar su comportamiento, independientemente de la elaboración, producción, comercialización, gestión, etc., se cumplirán las instrucciones y reglamentos del otorgante.

Esta es otra característica que distingue a la franquicia de otros contratos, y hay algunos elementos singulares, como el uso autorizado de marcas, símbolos, transferencia de conocimiento, asistencia técnica, etc.

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